Chadwick: cuatro sofismas.

       Una vez más el senador Andrés Chadwick ha desfigurado los principios de la UDI en su aplicación práctica. Una vez más, casi nadie ha salido a contradecirlo,  hasta ahora, al menos. Una vez más, el senador  ha dejado sembrada una serie de sofismas que darán los frutos acostumbrados: más confusión, más banalidad.
       Veamos.
       Ha afirmado el ex discípulo de Jaime Guzmán que la UDI dejaría de ser un partido político si cerrara los ojos y evadiera realidades. Sofisma. Lo que quiere Chadwick no es que la UDI mire la realidad   -el desastre de la familia afectada por el divorcio y la convivencia-   sino que su partido convalide esta última, asimilándola a la primera.
       Ha sostenido el ex profesor universitario que un contrato que establezca las uniones de hecho refuerza la dignidad de las personas y tiene un elemento simbólico. Sofisma. La dignidad de las personas consiste en que aspiren a los bienes más altos, a su trascendencia; no se la busca ofreciéndoles símbolos que supuestamente les garantizan una estabilidad en lo inestable.
       Ha declarado el fundador de la UDI que no se debe temer a dar ciertos pasos por el riesgo de lo que pueda venir después. Sofisma. Todo ser humano maduro piensa siempre en los medianos y en los largos plazos, no solamente en lo inmediato; y, además, conoce la historia lo suficiente como para ver qué significaron los pasos anteriores para la situación actual.
       Ha querido el dirigente tachar a sus contradictores con el estigma de estar ellos defendiendo una postura religiosa, mientras él procura el bien común. Sofisma. Lo que hacen quienes aspiran a defender la familia es justamente reconocerla como una de las condiciones más importantes para que las personas puedan alcanzar su más plena realización personalŠ que eso es el bien común. ¿Religión? No. Declaración de Principios de la UDI.

Gonzalo Rojas Sánchez