Más terreno
Posted by Blogger on 12:24 PM
Dos reuniones paralelas del fin de semana pasado dejan la misma lección: cuando en las pequeñas comunidades educativas hay un grupo con auténtico afan de superación, el resto de sus miembros se contagia, se suma, cambia para bien -si es necesario- y se propone metas de más alta categoria.
Se trata de dos colegios de la Cuarta Región, particulares subvencionados ambos y dirigidos a sectores medios de sus respectivas ciudades. Con uno trabajo hace ya tres años, aunque a cuentagotas, por falta de tiempo. Con el otro tomaba contacto por primera vez.
Pero se intuye que la realidad es muy similar.
Llama la atención, ante todo, la juventud de los profesores. Muchos no llegan a los 35 y no se parecen en nada a esos carcamales aburguesados que declaran defender los derechos del agremiado docente. Por el contrario, se les ve ávidos de formación, incluso un viernes por la tarde o un sábado en la mañana, como sucedía efectivamente. Y los temas no eran fáciles: persona humana, ideales y problemas de los jóvenes, Antropología en terrenoŠ
En segundo lugar, la presencia de muchísimos apoderados en uno de esos colegios esa misma mañana de sábado, muestra también que es perfectamente posible desarrollar actividades conjuntas para padres y maestros, que no es cierto que por definición recelen mutuamente unos de otros. Oyeron la misma exposición y estrecharon, por lo tanto, vínculos y criterios en la tarea fundamental: la formación de los alumnos.
¿Por qué no desarrollar planes de esta naturaleza en cientos de instituciones en Chile?
¿Serán necesarios tantos asesores y expertos en el Mineduc, personas que apenas salen a terreno?
¿No harán falta también muchos charlistas que quieran viajar y compartir su experiencia formativa, de modo sistemático y coherente, con sus pares de, por ejemplo, Copiapó y Quilpué, Santa Cruz y Osorno?
Gonzalo Rojas Sánchez
Se trata de dos colegios de la Cuarta Región, particulares subvencionados ambos y dirigidos a sectores medios de sus respectivas ciudades. Con uno trabajo hace ya tres años, aunque a cuentagotas, por falta de tiempo. Con el otro tomaba contacto por primera vez.
Pero se intuye que la realidad es muy similar.
Llama la atención, ante todo, la juventud de los profesores. Muchos no llegan a los 35 y no se parecen en nada a esos carcamales aburguesados que declaran defender los derechos del agremiado docente. Por el contrario, se les ve ávidos de formación, incluso un viernes por la tarde o un sábado en la mañana, como sucedía efectivamente. Y los temas no eran fáciles: persona humana, ideales y problemas de los jóvenes, Antropología en terrenoŠ
En segundo lugar, la presencia de muchísimos apoderados en uno de esos colegios esa misma mañana de sábado, muestra también que es perfectamente posible desarrollar actividades conjuntas para padres y maestros, que no es cierto que por definición recelen mutuamente unos de otros. Oyeron la misma exposición y estrecharon, por lo tanto, vínculos y criterios en la tarea fundamental: la formación de los alumnos.
¿Por qué no desarrollar planes de esta naturaleza en cientos de instituciones en Chile?
¿Serán necesarios tantos asesores y expertos en el Mineduc, personas que apenas salen a terreno?
¿No harán falta también muchos charlistas que quieran viajar y compartir su experiencia formativa, de modo sistemático y coherente, con sus pares de, por ejemplo, Copiapó y Quilpué, Santa Cruz y Osorno?
Gonzalo Rojas Sánchez
Categories: Educación