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Tuesday, December 1, 2015

Tributo a Quilapayún - Hernán Corral y Gonzalo Rojas


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Profesor Hernán Corral Talciani


Quilapayún en la Uandes

Dentro de las actividades de extensión que realiza la Universidad de los Andes el próximo miércoles 11 de noviembre se llevará a efecto un Concierto sinfónico coral en el que la Camerata y Coro de esta Universidad junto al Coro de la Universidad de Santiago y el Coro de Estudiantes UC interpretarán diversos temas de grupos y solistas que forman parte del movimiento musical llamado “La Nueva Canción Chilena”. Se incluirán melodías y canciones de Los Jaivas, Congreso, Quilapayún, Inti-Illimani e Illapu. El anuncio de esta actividad provocó una sorpresiva, y para muchos desconcertante, reacción del profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Gonzalo Rojas Sánchez, quien también dicta clases en el Instituto de Historia de la Universidad de los Andes. Después de pedir explicaciones a sus autoridades, comunicó públicamente que dejaría de ejercer la docencia en esta última institución, porque el acto programado iba contra los “bienes culturales y morales” que ésta debía promover.

Como soy amigo de Gonzalo Rojas desde más de treinta años, le envié un mensaje electrónico en el que le decía que su reacción me parecía desproporcionada, y que, al contrario de lo que sostenía, el concierto podía ser una señal para los alumnos de que nuestra Universidad estaba abierta a todo lo bueno y lo bello que producen los hombres. Muy a mi pesar, Gonzalo no sólo perseveró en su decisión, sino que la difundió a través de una breve columna que tituló “Tres derrotas”, en la que sintomáticamente alude conjuntamente a su renuncia por la supuesta abdicación de principios de la Universidad de los Andes, a la pérdida por parte del gremialismo de las elecciones en la Feuc y a la escasa presencia de libros que promuevan una “sociedad libre y responsable” en la Feria del Libro de Santiago. Estas son sus palabras textuales: “Grupos y solistas que han promovido la lucha de clases, el odio, la violencia y que reniegan de todos los bienes culturales y morales que debe promover la Universidad de los Andes, recibirán en unos días más un Tributo orquestal y coral. Impresionante señal para los alumnos de lo que es ‘bueno y bello,’ como calificó esa música un destacado profesor de la universidad. Segunda derrota.

Por eso ha sido necesario avisar a las autoridades respectivas que con fecha 1º de diciembre, al concluir mi docencia actual en esa Universidad, dejaré de prestar servicios en esa Casa de estudios” (https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10153333320072424&id=16518362423&substory_index=0).

Me apresuro a reclamar la paternidad de la frase sobre “lo bueno y lo bello”, y le agradezco a Gonzalo Rojas el calificativo de profesor “destacado” (aunque uno también puede destacar por atributos o conductas negativas). Lo lamentable es que la frase fue descontextualizada con el propósito de inducir a pensar a los lectores que un profesor de la Uandes llegaba al extremo de considerar toda la música compuesta por los grupos y solistas del Concierto de marras como algo “bueno y bello”.

Pero más allá de las disputas retóricas, me preocupa profundizar en la cuestión de fondo, que podría plantear de esta manera: ¿es correcto que una Universidad incluya entre sus actividades de extensión cultural obras artísticas de personas que públicamente han defendido posiciones políticas y conductas contrarias a los principios esenciales sobre los que se construye su identidad? ¿Es esto una muestra de pluralismo y apertura o más bien una renuncia y claudicación a la defensa de sus principios fundacionales?

La cuestión atañe, a mi juicio, a toda Universidad, ya que todas adhieren a algún núcleo de principios o valores básicos que les confieren sentido e identidad. Hasta aquellas que se declaran laicas y pluralistas, con esa sola afirmación están diciendo que basan su acción en grandes ideas que orientan su actuación. Para comprobarlo basta con analizar un conflicto que en estos mismos días se produjo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile: un grupo de alumnos hizo una manifestación en contra de una visita y conferencia del Embajador de Israel, tras lo cual en “asamblea extraordinaria” de Escuela se habría determinado que no podrían admitirse más actos de esta especie en sus aulas. El Centro de Estudiantes en declaración pública calificó la conferencia del embajador como “ejercicio de limpieza de imagen” del Estado de Israel, el que habría “perpetrado constantes y permanentes violaciones a los DDHH de los ciudadanos palestinos como política de Estado” (Ver texto). El Decano Davor Harasic y un amplio grupo de profesores se manifestaron en contra de estas acciones, a las que calificaron de contrarias al pluralismo y la libertad de expresión que inspirarían a la Casa de Bello. Se trata, por cierto, de una controversia nuevamente sobre cómo deben aplicarse los principios institucionales en una Universidad en relación con las actividades culturales o de extensión que se llevan a cabo en ella.

Volvamos a la polémica sobre la Uandes y su Concierto musical. Coincidimos con Gonzalo Rojas en que la promoción de la lucha de clases, el odio y la violencia resulta contraria a los principios del ideario de la Universidad de los Andes, que se fundan, por el contrario, en la dignidad de toda persona humana, su vocación social y la primacía del bien común (Ver misión, visión e ideario).
Pero la cuestión es si por el solo hecho de interpretar una o más obras musicales de determinados autores se incurre en la promoción de esos valores contrarios a los principios universitarios. Pensamos que debe distinguirse entre la calificación ética de la persona y su conducta, de aquella que debe recaer sobre una o más de sus producciones intelectuales. El primero puede ser reprobatorio sin que por ello esa calificación se extienda necesariamente a la obra. A la inversa, un hombre virtuoso puede producir una obra que sea moralmente censurable.

De esta manera podemos convenir en que, al menos en una parte de sus vidas y por diferentes motivaciones derivadas de los contextos históricos, los autores de las canciones que componen el Concierto han profesado la ideología marxista y, en virtud de ella, han sido partidarios del materialismo ateo, la lucha de clases, la exaltación del odio al enemigo y de la violencia como forma de acción política. Pero, a diferencia de Gonzalo Rojas, pensamos que no por ello toda su producción musical a lo largo de tantas décadas merece ser tachada de promotora de esos antivalores. Extremando las cosas, uno podría admirar la belleza de algunas acuarelas pintadas por Adolf Hitler sin que ello signifique que se está aprobando ni menos promoviendo su ideología nacionalsocialista ni solidarizando con su infame conducta. Por eso mismo no vulneraría los principios de la Universidad un recital que incluyera poemas de Neruda, por el hecho de que éste haya abrazado la causa comunista e incluso ser autor de una oda a Stalin. Lo mismo podría decirse de una exposición con pinturas de Roberto Matta o de Pablo Picasso. Si pasamos de la posición política al comportamiento moral, me temo que serían muy pocos los autores de obras artísticas que podrían pasar un examen escrupuloso de comportamiento: por de pronto habría que eliminar a Elvis Presley, Joan Baez, Frank Sinatra y hasta los mismos Beatles, a los que en su momento se les conoció como apologistas de los alucinógenos, al punto de que se especuló que su canción “Lucy and the Sky with Diamonds” incluía un mensaje oculto en su mismo título ya que sus iniciales conforman la sigla LSD, con la que se conoce una de las principales y más peligrosas drogas psicodélicas.

Ante ello se podría decir que en el Concierto se vulnerarán los principios de la Universidad, no por la historia personal de los compositores, sino porque sus mismas obras musicales fomentan la lucha de clases, el odio y la violencia ilegítima. Lo cual podría extenderse a obras que promovieran el racismo, el totalitarismo, la explotación de los más vulnerables, la persecución política o religiosa, etc. Es cierto que algunas de las obras musicales de los autores incluidos en el concierto pueden considerarse contrarias a los principios de la Universidad de los Andes por exaltar la lucha de clases, legitimar la violencia como forma de acción política y propiciar la persecución por razones ideológicas, sobre todo aquellas con el que se intentó apoyar el proyecto político de la Unidad Popular, a principios de la década de los setenta del siglo pasado. Centrándonos en Quilapayún, –que parece ser el más cuestionado de los artistas incluidos en el concierto–, es manifiesto que varias de sus canciones presentan expresiones agresivas y amenazantes que exacerbaron la división política del país en dicha época: “Por el paso de Uspallata, qué barbaridad, el momiaje ya se escapa, qué felicidad. En Uspallata hacen nata, que se vayan y no vuelvan nunca más” (La batea). Similares juicios pueden hacerse de otras composiciones como “Himno a la Unidad Popular”, “Himno del MIR” o “El tomate”. Pero en la amplia trayectoria musical del grupo, sobre todo después de su rompimiento con el Partido Comunista y su acercamiento a Roberto Matta, aparecen temas que no presentan ese carácter agresivo y panfletario, y que incluso pueden entenderse como llamados a la solidaridad y a la colaboración entre los hombres. Una de ellas es “La muralla”, cuya letra bien puede leerse como una invitación a cooperar en la construcción de lazos de paz y la negación de la fuerza bruta: “Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos los negros, sus manos negras los blancos, sus blancas manos. Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte desde el monte hasta la playa, allá sobre el horizonte”. Algo similar podría decirse de canciones como “La Paloma”, “Mi patria”, “El forastero”, “Arriba en la cordillera”, “Como la flor”, “Caleuche”, “Amar es mar”, etc..

Por lo que sabemos, el concierto sinfónico coral se incluirán sólo obras de este último tipo (que son las de mayor valor artístico), de manera que no existirá ninguna lesión a los principios fundacionales de la Universidad, sino más bien una aplicación de ellos. El acto podrá mostrar que no hay prejuicios ni exclusiones de obras que son en sí mismas buenas y bellas, con independencia del pensamiento o la conducta política de sus autores. Como señala el nº 6 del “Ideario” de la Uandes, “La Universidad acoge el debate de las ideas. La búsqueda de la verdad se realiza a través de diálogo interdisciplinario que presupone el respeto a la dignidad de las personas por encimas de las ideas que ellas sustenten y la noble aceptación de la crítica intelectual”.
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Columna original publicada el 08 de Noviembre de 2015
(http://valpodebates.blogspot.cl/2015/09/los-aportes-fundamentales-de-la.html)


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Profesor Gonzalo Rojas Sánchez



No, eso no se hace.

Ha llegado el momento de hacer un resumen final y unas breves consideraciones sobre el triste episodio relativo al Tributo de la Universidad de los Andes a los grupos de músicos marxistas.

Es útil, porque deja constancia de lo sucedido en su globalidad, y es de justicia, porque le ofrece una última oportunidad de reflexión a quienes han sostenido desde aquella Universidad una postura que no esperábamos.

Primero, el resumen de lo sucedido.
La Dirección de extensión de la Universidad invita a presenciar un Tributo orquestal y coral a Quilapayún, Inti-Illimani, Illapu, Los Jaivas y Congreso; también figura Víctor Jara en el programa, pero no en el afiche. Consultada la Vicerrectoría de Comunicaciones primero, ante mi protesta y anuncio de renuncia, afirma no tener conocimiento del acto, y después, ratifica que el acto no se suspenderá. Se le escribe a unas 50 personas de la Universidad para que protesten también. Recibo unas 10 o 12 respuestas de apoyo. Me contestan rechazando mi postura los profesores Hernán Corral y Braulio Fernández. Después lo harán el Decano Jorge Peña, el profesor Joaquín García-Huidobro y el directo de la camerata, Enrique Browne. Intercambiamos correos con algunos de ellos.

Presento mi renuncia partir del 1º de diciembre de 2015; me es aceptada por el Decano Peña; el Tributo se realiza con éxito según información muy destacada de El Mostrador; poco antes Quilapayún tuitea calificándome de "monstruo". Solicito a la Universidad, en tres oportunidades sucesivas, un pronunciamiento oficial rechazando esa expresión y en defensa de mi honra. Se me contesta con un correo privado rechazando toda opinión ofensiva, pero la Universidad no emite ninguna declaración pública; el profesor García Huidobro lleva el tema del Tributo a El Mercurio donde intercambiamos un par de cartas.

Segundo, dos consideraciones.
La primera, el silencio oficial de la Universidad. Un lector neutral puso el tema en El Mercurio, muchas personas escribieron a diversas autoridades; yo presenté mi renuncia pública e hice más de una docena de referencias al Tributo en diversos medios. La Universidad permaneció en silencio. El mismo silencio relativo al tuit de Quilapayún. Había que bajarle el perfil a un tema obviamente incómodo. No se optó por reconocer un error grave.

La segunda, el empeño de los voceros oficiosos de la Universidad -García-Huidobro y Corral- por tratar de explicar que una Universidad con principios y prácticas cristianas no se contradice a sí misma aunque haga homenajes a grupos que han promovido la lucha de clases, el odio, la violencia y que -algunos de ellos- participaron directamente en el intento por implantar un régimen marxista en Chile. Quienes hayan seguido los argumentos de estos profesores podrán juzgar hasta dónde ha llegado su errónea concepción del arte, de la universidad y de la historia presente del país.

No sé si vamos a ver más de esto mismo. Ojalá que no, porque no se lo merece nadie en la Universidad de los Andes. No se lo merece tampoco toda esa enorme cantidad de gente que ha venido confiando en la Universidad de los Andes.

Sólo sé que en esta oportunidad había que decir: no, eso no se hace. Y habrá que seguir diciéndolo cuando haga falta.

Gonzalo Rojas Sánchez

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Columna publicada el 25 de Noviembre de 2015.




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Profesor Hernán Corral Talciani


Estimado Gonzalo: ante tu nueva embestida, me gustaría precisar que mi intervención en este penoso asunto ha sido exclusivamente personal y nunca he pretendido ni representar ni hacer de agente oficioso de la Universidad. Todo lo que he escrito sobre el tema, privadamente en correos electrónicos dirigidos a ti o en las redes sociales, lo he hecho en ejercicio de mi libertad personal y académica. No ha sido consultado ni con las autoridades de la Universidad, ni con otros profesores de ella (incluido Joaquín G-H).

Lamento que la Universidad no haya emitido una declaración fuerte y clara sobre tu denuncia. Si no lo ha hecho seguramente ha sido por el aprecio a tu persona y por lo mucho que la institución te debe.
Pondré esta nueva columna tuya en mi facebook, y espero que tú pongas el post de mi blog en el tuyo, para que sean los lectores los que puedan apreciar las posiciones de cada uno, explicadas por sus propias palabras.

Saludos cordiales
Hernán

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Profesor Gonzalo Rojas Sánchez


 Gracias querido Hernán.

Las únicas dos voces de profesores de la Universidad que se han manifestado en público han sido la de Joaquín y la tuya. La Universidad, como bien dices, no ha emitido declaración alguna sobre el tema. Deduzco que ha preferido hacerlo a través de ustedes. En una institución pensante, esas cosas... se piensan. En todo caso, el silencio de la Universidad es una curiosa manera de apreciar a un profesor que ha sido insultado por los mismos que han recibido un homenaje de la Universidad. Es obvio que el zapato chino era muy incómodo y el sacrificado he sido yo.

Cuando argumento, no embisto: defiendo mis posiciones sin agredir a nadie personalmente.

Un abrazo

Gonzalo








Thursday, March 12, 2015



El vacío en la UDI

        Hace exactamente dos  meses dijimos que dentro de las opciones de administración de la gravísima crisis de la UDI estaba la renuncia de su Presidente. Afirmamos en esa oportunidad que esa alternativa  pasaba "por la conciencia de Ernesto Silva; hombre recto, seguramente está meditando la posibilidad de renunciar; sólo él sabe cuánto puede doler una decisión así, pero sólo él sabe cuánto bien puede traer esa medida; sólo él lo sabe."
        Ese es el escenario de hoy: Ernesto Silva, por la razones que ya conoceremos en detalle, ha renunciado.
        Para esa eventualidad  -convertida hoy en realidad-   nos parecía que sólo había tres opciones:
a.      El reemplazo de Silva por "dirigentes sin mayor fuerza ni convicciones, impolutos pero impotentes";
b.      La captura de la UDI por parte del piñerismo, a través de Andrés Chadwick, con el objetivo de "administrar una colectividad que todavía hacia el 2017 podría marcar alrededor del 15%: todo un activo para Piñera, todo un triste final para la UDI";
c.      El retorno de "un dirigente histórico, Longueira".
        Hoy resulta evidente que sólo las dos primeras opciones parecen asomarse en el escenario de abril.
        Pero, ¿son de verdad las únicas dos alternativas? No.
        Una semana después, comentábamos que había llegado el momento de convocar a "Suecia 286, a una gran asamblea interna sobre el proyecto de Jaime Guzmán, sobre la viabilidad de la UDI, sobre la necesidad de decir claramente 'tú sí, tú no' a quienes hoy poco o nada tienen que ver con la idea fundacional." Y se agregaba una lista  -incompleta por cierto-  de los fundadores del proyecto de Guzmaniano, en su casi totalidad hoy excluidos de toda participación, para que tomaran conciencia de sus eventuales deberes en la instancia que se avecinaba y que hoy ya se vive: el vacío.
        Muchos escribieron afirmando su disposición a reunirse. Seguramente algunos piensan que lo que podrían sugerir es la disolución del partido para clarificar tantas confusiones y que cada militante tome el rumbo que quiera  (algunos de los mencionados en aquella lista ya no son ni siquiera miembros de la UDI).  Otros piensan que quizás todavía se puede hacer algo de calidad.
        Lo que no resulta posible es encontrar una buena salida, la que sea, sin ellos.


        Gonzalo Rojas Sánchez

Thursday, March 5, 2015

Tareas de primera importancia - Columna importante



        En momentos de confusión, hay que detenerse y jerarquizar.
        Seguramente en febrero, se pudo hacer parte de esa labor, pensando en los próximos 10 meses de este Chile enfermo. Aquí va una sugerencia para discutir.
        Ante todo, la defensa y promoción de la vida. Las iniciativas abortistas claman por un cambio en nuestra actitud frente al tema. Las diversas organizaciones pro vida así lo han entendido y llevan mucho tiempo intentando animarnos a salir de nuestra comodidad. Se acabó el plazo: es ahora o nunca para sumarse a manifestaciones, proyectos de comunicación, publicaciones, charlas.
        A continuación, la defensa y promoción de la libertad de enseñanza, amagada en todos sus niveles. Las asociaciones de académicos universitarios, las federaciones de estudiantes y los centros de alumnos bien orientados deben conseguir algo parecido a lo que ejemplarmente se ha estructurado en el tema de la vida y de la familia. Y los centros de padres, las organizaciones de sostenedores y de profesores sensatos deben seguir dando el ejemplo con la misma constancia que comenzaron a demostrar ya el año pasado.
        En tercer lugar la reestructuración de los partidarios de una sociedad libre. Los viejos de la UDI están llamados a plantearse en las próximas semanas el destino del proyecto de Jaime Guzmán, que es algo mucho más grande y decisivo que la supervivencia de un determinado partido, cruzado por mil contradicciones internas, desgraciadamente mucho más evidentes en sus ambigüedades doctrinales que en sus manejos económicos.
        Finalmente, la reivindicación de la verdad histórica, porque los proyectos de bien sólo se sustentan adecuadamente en la auto comprensión de lo que ha sido Chile, particularmente en los últimos 50 años. Por eso, se debe seguir insistiendo en la difusión de esa verdad, aunque se corran riesgos de cárcel, así como en la legítima defensa de, por una parte, quienes liberaron la Patria del marxismo y, por otra, de la estructura institucional que tanto costó construir.
        Y seguramente hay otras tareas de consiguiente importancia.
        ¿A cuál se quiere usted vincular? ¿Cómo?

Gonzalo Rojas Sánchez

Thursday, December 18, 2014

La Navidad y las trincheras - Columna sobre trincheras




        El centenario de la Navidad de 1914, la primera que casi toda Europa vivía en guerra, permite mirar nuestra propia realidad del 2014 desde esa perspectiva.
        Con cientos de miles de muertos a cuestas después de la Batalla de las Fronteras, de la invasión de Bélgica y de la primera Batalla del Marne   -a escasos kilómetros de París-   lo sucedido en los días santos de diciembre sigue causando asombro en la historiografía y en el cine.
        ³La proximidad de las Navidades de 1914 desencadenó una reflexión profunda entre las gentes de Europa, tanto en cada nación como entre los desplazados en el extranjero², ha afirmado Max Hastings en ³1914², mientras que David Stevenson en ³1914-1918, Historia de la Primera guerra mundial², sostiene que ³en medio de aquella carnicería tuvo lugar uno de los momentos más conmovedores de la Guerra, la tregua de Navidad de 1914², la que en su ³Primera Guerra mundial² Martin Gilbert califica como ³un arrebato espontáneo de pacifismo en las zonas de guerra cuando las tropas de cada ejército europeo celebraron el nacimiento de su redentor.²
        Por su parte, Peter Hart, en ³La Gran Guerra², afirma que estamos en presencia de algo muy notable: ³Es sintomático de la edad moderna que una curiosa anomalía como la tregua de Navidad se haya hecho tan famosa. En algunos sectores del frente, las fuerzas de uno y otro bando decidieron abandonar temporalmente los combates.² Por eso, aunque en tono menor, Peter Englund deja constancia también en su maravilloso ³La belleza y el dolor de la batalla², de comportamientos profundamente humanos durante esos días y en las sucesivas Navidades.
        A su vez, la crítica de ³Feliz Navidad², película del 2005 dedicada al tema, resalta cómo los soldados avanzaron unos hacia otros, se mezclaron, compartieron fotos de sus familias, tomaron champagne, jugaron fútbol, asistieron juntos a una Santa Misa y prometieron visitarse al terminar la guerra. Pero en los próximos casi cuatro años de combates, la inmensa mayoría de ellos estaría muerto o habría sufrido terribles heridas de guerra en su cuerpo y en su mente.
        En el Chile de hoy vivimos en una paz relativa, en medio de unos combates duros sobre nuestro presente y nuestro futuro. Y cuando viene la Navidad, hacemos una tregua, nos deseamos lo mejor, aunque no todos crean que esa buena voluntad se deba al nacimiento del Redentor. Igual, algo pervive   -incluso en los más duros-   la idea de que todos somos hijos de un mismo Padre.
        Poco después volveremos a nuestros enfrentamientos; unos lo harán con odio; otros hemos de procurar plantear nuestras posiciones con la firmeza con que se busca la paz, con la astucia con que se quiere ganar un combate. Con la fuerza de unos ideales que nunca deben olvidar para qué es todo esto de la Navidad.
        La guerra mundial terminó en noviembre de 1918. Nuestros conflictos se prolongarán quizás cuánto tiempo más. Paciencia, energía y constancia.

Gonzalo Rojas Sánchez

Thursday, December 11, 2014

Nos vemos Karol - Columna sobre K. Cariola




        El encantador proyecto de ley presentado por la comunista que ejerce de diputada, Karol Cariola, merece un museo para ella sola. Sí, un museo de la Memoria para el texto de la jovenzuela. (Al menos, eso no lo prohíbe en su iniciativa). Deberá formar parte, en un amplio panel, de una exposición de las más notables ocurrencias de sus camaradas y de otros marxistas afines en Chile: las normas sobre Juntas de Abastecimientos y precios, el proyecto de la ENU, el proyecto contra los historiadores, los indultos a terroristas, las reparaciones económicas para subversivos o asesinos.
        Los comunistas nacen, viven y mueren al interior de la dialéctica. Necesitan del movimiento de las tesis, antítesis y síntesis, así como los demás individuos funcionamos con sístoles y diástoles, con proyectos y gestiones libres.
        Ellos realizan operaciones perfectamente planificadas, más bien, incorporadas por un chip en sus cerebros en una etapa temprana de su deformación: determinar quién es el enemigo, generar el odio para tenerlo siempre presente, combatirlo con todas las armas, disponerse a morir por  la tesis o por la antítesis (vaya uno a saber cuál es en cada caso) culpar al enemigo de sus derrotas, reagruparse en la supervivencia o en la clandestinidad, perseguirlo una vez recuperada su presencia, obtener todos los beneficios económicos posibles, aniquilar la historia del enemigo y llevar a sus principales miembros al paredón.
        ¿Demasiadas etapas para una sola vida comunista? Qué importa eso: el partidos clona a sus militantes desde su captación, siguiendo el modelo de Stajanov, Zaitsev o Morozov, de R. Parra, Neruda, Marín o Jara. Los hace en serie, con el manual de Huxley a la vista, con los incontrastables relatos de Orwell al alcance de la mano. Esos textos fastidian al PC, pero siguen siendo su canon de acción.
        El proyecto de ley de Cariola está ubicado en la penúltima de las etapas y anuncia ya la postrera: de la aniquilación de la historia, al paredón; de la mentira, al fusilamiento, el único final de la historia que realmente practican los comunistas.
        Los antecedentes del proyecto se resumen así: el mal absoluto fue el Gobierno militar (ya incurro en falta grave por no decir Dictadura: guárdese este antecedente juntos a otros miles ya acumulados para mi proceso) por lo que en 15 artículos se propone legislar de todos los modos imaginables para que la pureza absoluta del bien comunista quede garantizada en las mentes y los corazones de todos los chilenos.
        Los que iremos a la cárcel por no doblegarnos, seguramente compartiremos por breve tiempo la suerte de los detenidos en la Lubianka, para ser destinados después a Vorkuta o a Kolyma. Sí, sin bromear, el proyecto establece que "las contravenciones a la presente ley serán sancionadas con presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado máximo y multas de 500 a 3000 UTM."
        Lo que quizás a Cariola no le han contado -y estará prohibido relatarlo en Chile, obviamente-   es que el PC suele limpiar sus filas cada cierto tiempo y que sus más ilustras figuras pasan por todas las Lubiankas y terminan en todos los Vorkutas y Kolymas. Nos vemos Karol.

Gonzalo Rojas Sánchez

Sunday, December 7, 2014

Con total sinceridad - Columna muy sincera



        En esta oportunidad, se va a romper una norma de conducta editorial que siempre he procurado mantener, aunque quizás en alguna ocasión haya fallado: mi memoria es débil desde hace un  tiempo.
        Esa norma ha consistido, precisamente, en no hacer auto referencias, en no escribir en primera persona, en calidad de supuesto gurú sabelotodo. Esa impersonalidad  -es una convicción probada-  ayuda mucho al lector a entrar con mayor soltura en los textos.
        Pero hoy, en esta columna, será diferente.
        La motivación comenzó a formarse por los reiterados aciertos de Fernando Villegas en sus textos de La Tercera y en sus comentarios radiales y televisivos, y terminó concretándose a raíz de la notable intervención de Tomás Mosciatti en Comentarios Bío-Bío.
        ¿De qué se trata?
        De poder decir, con cruda sinceridad: otros también se están dando perfecta cuenta de lo que he venido afirmando por años secundando a Gonzalo Vial y a Hermógenes Pérez de Arce: el país está siendo destrozado por un gran proyecto deshumanizador.
        Gracias a Villegas y a Mosciatti, me he sentido mucho menos solo en las batallas que he procurado dar, aunque no tenga ni conocimiento, ni amistad -ni probablemente comunidad de ideales- con ninguno de los dos comunicadores mencionados.
        En los últimos años he recibido tres tipos de comentarios complementarios entre sí:
a.      Eres insoportable por tu unilateralidad, por tu tendencia a ver lo negro donde no existe, por tus críticas negativas especialmente a tu sector. Suelen venir de  mis amigos adultos de la UDI.
b.      Eres valiente pero irresponsable, porque es muy probable que alguien quiera hacerte daño físico, así como te lo hacen mediante la palabra en blogs y twitteos. Suelen venir de mis amigos de verdad.
c.      Eres sembrador del odio, eres fascista y cómplice de asesinos, eres un fundamentalista fanático. Suelen venir de personas tolerantes y abiertas al diálogo -eclesiástico alguno-  todos ellos del mundo auto denominado progresista.
        Esos tres tipos de comentarios quizás encuentren ahora una nueva perspectiva.
        Porque la tarea de perseverar en denunciar todo lo perverso, labor que he emprendido hace años   -complementaria de esa otra, la de formación de jóvenes, intensa desde 1998-   podrá ser mejor comprendida y asumida gracias a Villegas y a Mosciatti. Y los adultos de la UDI quizás entiendan de qué se trata todo y de lo perdidos que están; y mis amigos de verdad comprendan que hay que arriesgarse, que ellos también tienen que hacerlo; y los propagandistas auténticos del odio descubran que están siendo desenmascarados por gente de su propio mundo.
        Podría ser.

Gonzalo Rojas Sánchez

Desde España, nuevas lecciones. - Columna aleccionadora



La noticia es clara: Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia del gobierno Rajoy en España ³sale del Gabinete tras constatar, por boca del propio presidente, que su proyecto estrella -la reforma de la ley de aborto- no verá la luz. La intención de Rajoy es mantener la ley de Zapatero (autorización del aborto sin causales hasta las 14 semanas) retocándola sólo en uno de sus puntos colaterales: el aborto de las adolescentes sin permiso paterno. La desautorización es tan radical que el ministro no encontró otra salida que la dimisión.²
  Parte de la izquierda chilena fija sus ojos en la política española y se encandila. También los partidos de la derecha nacional debieran aprender de estas tristes lecciones.
   Rajoy encabeza, supuestamente, un gobierno de derecha en España. Al explicar su cambio de actitud, afirmó: ³Como presidente del Gobierno, creo que he tomado una decisión que es la más sensata: vamos a seguir trabajando por la cohesión.²
    La ³cohesión² ¿qué puede significar eso? Sólo dos cosas. No quiero que se me rompa el propio Partido Popular (en Renovación ya saben en qué consisten esas salidas; la UDI aún no ha experimentado una purificación similar) o no quiero pelearme con la oposición (extraña estrategia, enquistada también en tantos derechistas chilenos, quienes ³defienden² las propias convicciones renegando de ellas).
    Pero Rajoy fue aún más allá: ³Lo que no podemos tener es una ley que cuando llegue otro Gobierno la cambie al medio minuto². La pobreza de este argumento es doble: demuestra la absoluta falta de convicción sobre la permanencia del PP en el poder más allá de este mandato y, lo que es más grave, olvida los cientos de miles de vidas humanas que pueden ser salvadas mientras la nueva ley pudiera estar vigente. No procuremos una tregua porque es posible que pronto se reanuden las hostilidades, dirán los pusilánimes de todos los tiempos. Lección para los partidos chilenos, que necesitan cargar sus pilas en las convicciones duras, no en las posibilidades electorales.
     Ruiz-Gallardón ha anunciado su salida del Gobierno y su retiro de la política, ya que también dejará su cargo como diputado y su puesto en el Comité Ejecutivo del Partido Popular. No es que haya perdido mucho la derecha española, porque en otras materias, el mismo renunciado ministro había sido claramente contrario a los bienes fundamentales: "Allí donde haya amor está plenamente justificada la unión de dos personas", había declarado en relación a las uniones homosexuales.
   El PP ha quedado conmovido. Aún hay conservadores en su electorado, a los que se trata de calmar mediante un comunicado afirmando que es ³un asunto de gran profundidad ética, que afecta a las convicciones más profundas y personales de la gente² por lo que ³nadie puede juzgar las convicciones de los demás².
     Banal, totalmente banal. Si es un asunto consagrado legalmente, si era un tema motivo de una eventual reforma propuesta en su propio programa de gobierno del 2011 ¿cómo va a estar prohibido hacer juicios sobre su conveniencia y su moralidad? Hay que aprender mucho del PP: así no se hace buena política.

Gonzalo Rojas Sánchez