¿Un nuevo clericalismo?

Posted by Blogger on 9:33 AM
Como un subproducto de la agitación estudiantil va a quedar instalada una nueva presencia clerical en ciertos ambientes universitarios.

Focalizados durante mucho tiempo en sus estrictas labores pastorales o docentes, hoy algunos clérigos retoman la tarea de intervenir directamente en el debate universitario.

Lo hacen con mayor o menor personería, pero ciertamente desde la plataforma de un aura que aprovechan para presentar como eclesiales sus propias opiniones personales.

O, dicho de otra manera, profesores de teología, o asesores estudiantiles o incluso vicarios, exponen su particular visión de la Universidad, pero la adornan del tono y la fuerza de la fe, como si esa opinión fuese magisterial. Las audiencias, lo he comprobado, quedan conmovidas ante la radicalidad de la crítica y, sobre todo, ante la supuesta bondad de la solución.

Tres ejemplos referidos a la P. Universidad Católica de Chile.

El sacerdote Jorge Costadoat, profesor de la Facultad de Teología, nos dice que "miramos la realidad a través de un velo. Nuestro habitat intelectual actual se fraguó en la dictadura militar. En la PUC todavía hay miedo. ¿Por qué? Identifico dos factores: la apoliticidad que la distingue, y un catolicismo pomposo y muy controlador. Nos cuesta entender los problemas políticos. Tenemos una falla en la empatía."

El sacerdote Francisco Jiménez asesor de grupos juveniles, afirma en un foro que la universidad en la que estudió  -y a la que no está vinculado-   es una institución que forma consumidores y competidores.

El vicario de la pastoral universitaria, sacerdote Tomás Scherz, sostiene que la PUC "tiene que ser el lugar de la reflexión, de la crítica y de la mirada objetiva, frente a la injusticia, frente al fenómeno social y frente al país" pero agrega que "parece que no hay voluntad para una cultura cívica en relación con el bien común, esa generosidad de salir de uno mismo."

¿Qué hay detrás de las tres intervenciones?

El clericalismo de siempre: si no piensas en materias opinables como te lo dice el cura, no eres buen católico; probablemente ni siquiera lo seas en lo más mínimo. Sólo si escoges aquellas opciones contingentes que los sacerdotes de moda te sugieren, tu institución y tu persona pueden quedar validadas en la Iglesia.

Así se acaban las opciones, se pierde la libertad, se aspira sólo al catolicismo oficial, que hoy se viste de disidente.

Quizás la clave de todo esté en una frase del vicario Scherz: "Cristo es una figura liberadora."

Gonzalo Rojas Sánchez